«…a los diversos verdugos, dictadores, fanáticos y demagogos que luchan por el poder con ayuda de un par de consignas gritadas en tono muy alto, también les gusta su trabajo y también lo llevan a cabo celosamente. Cierto. Pero ellos sí “saben”. Y lo que saben una sola vez les basta para siempre. Ya no tienen curiosidad por saber más, puesto que podría debilitarse su fuerza de argumentación.»(1)
Wislawa Szymborska
Clarice Lispector escribía para entender, y por lo que llamaba «la novedad que siempre representa».
La maravillosa poeta polaca Wislawa Szymborska, premio Nobel de Literatura, empleada de los ferrocarriles, correctora, traductora y maestra, también comprendió que la inspiración y el saber solo «nacen de un perpetuo “no lo sé”».
Este espacio, dedicado a las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, nace de la duda; de la insatisfacción ante las verdades amplificadas e impuestas. Es un lugar de análisis, un ejercicio intelectual, que estará tan lleno de errores como de honestidades ante evidencias, datos y hechos, así como de probabilidades e hipótesis a partir de lo anterior.
Acá se intenta emprender un viaje contrario al de los poderosos que «saben»; diferente al de los que se sienten seguros y lo tienen todo claro y en orden.
Por experiencia personal -y también profesional-, creo en el inmenso valor de las preguntas y la necesidad de comprender qué se hizo, qué se hace y para qué, y me cuestiono tantas cosas como hace treinta y tantos años. Primero como estudiante de relaciones internacionales y luego como diplomático en ejercicio o dishwasher, pues para dudas, inquietudes e inspiraciones es casi lo mismo; no existe otro yo que se cuestiona la realidad y sus múltiples órdenes.
Acá no espere un espacio de verdades cerradas, de categorías absolutas ni de saberes revelados o en competencia. Tampoco espere activismos. Nada de «¡Cuba Sí, Yanquis No!» ni «¡Cuba Si, Yanquis también!». No es aquí.
Acá no se busca demostrar que se tiene la razón, sino imaginar y compartir nuevas respuestas, rehacer preguntas, volver de nuevo, no conformarse.
Algo falla o algo muere cuando no se hacen y renuevan las preguntas. Lo sabe cualquiera que haya vivido en un sistema necrosado, en el que priman respuestas en las que no cabe el tal vez, el quizás y mucho menos la profunda sabiduría del no sé.
Siempre hay que desconfiar del que no se cuestiona la realidad. De los que consienten y son obsecuentes ante el poder. Y estos dos bajo escrutinio, Cuba y los Estados Unidos, a través de sus más encumbrados representantes, no saben o no pueden o no quieren -que acá vale lo mismo- hacerse muchas preguntas. De hecho, hay uno de ellos, que persigue, expulsa y encierra a quiénes se las hacen, aún las más legítimas y nobles. Mientras el otro, de tan poderoso, no siempre busca humanizar, persuadir o convencer sino imponer y estandarizar verdades.
O sea, acá no esperen la demostración de cierta sabiduría parametrada, construida o calculada sino crítica, asombro, duda, búsqueda, insatisfacción, pues yo tampoco sé cómo llegamos acá y nos quedamos tan tranquilos aceptando que mucho de lo que a todas luces no sabemos tampoco funciona.
¿QUÉ ES AZUL Y PUNTO?
Azul y Punto es un blog sobre las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos. Claramente, también sobre los vínculos entre cubanos y estadounidenses y la que sostienen los nacionales cubanos a ambos lados del Estrecho de la Florida.
Es un esfuerzo que busca acompañar los vínculos oficiales entre los dos Estados, sus relaciones a nivel político, diplomático, cultural, comercial y educacional, así como el de otras expresiones y correlaciones presentes entre las dos naciones y sus distintos grupos sociales.
Para ello será necesario sistematizar, aprender y comprender -caso sea posible- las cercanías y distancias, los desafíos y oportunidades, los orígenes del diferendo y las posibilidades de revertir el legado de beligerancia y conflicto en el que han sobrevivido estos dos Estados, «atrapados por la Historia», pero con ciudadanías que muestran que no necesariamente son «rehenes de ella».
Son muchos los elementos que indican que cubanos y estadounidenses están lejos de manifestarse animadversión, resentimiento y odio, a pesar de la Historia, a pesar del presente.
Las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos merecen ser estudiadas, también repensadas, no solo por los políticos, diplomáticos, académicos o intelectuales, sino por todo aquel que busque ir más allá de los titulares de prensa y las narrativas impuestas a uno y otro lado pues aunque estamos muy cerca geográficamente, y cada día el vínculo se hace más poroso e inmediato, entre nosotros priman el desconocimiento y los estereotipos mutuos.
También son variadas las motivaciones que existen para emprender un camino más informado y esclarecedor: la vecindad, la propia naturaleza del conflicto y su necesidad de superación, las diferentes culturas, idiosincracias, los muy dispares tamaños territoriales, económicos y de ordenamiento social, además del peso de esa familia cubana que cada día tiene más lazos cercanos con un vecino que al mismo tiempo deviene hogar del Norte, territorio elegido, tierra familiar.
En función de lo anterior deberán ser analizados sus elementos constitutivos, sus antecedentes históricos, ya sean fruto de la imposición, el conflicto, el acuerdo, la cooperación y sus múltiples mezclas y gradaciones.
Espero que este esfuerzo contribuya al intercambio de ideas sobre estos temas, muchas veces cercanos, a ocasiones contradictorios y casi siempre complejos, y que de algún modo sirva para esclarecer las dinámicas binacionales.
Igualmente deseo que muy pronto deje de ser un esfuerzo individual y pueda mostrar colaboraciones que ofrezcan variados puntos de vista que generen debates de utilidad individual, colectiva y pública.
La idea de hacer y sostener un blog o website individual va contra mi espíritu gregario, y contradice varios de los supuestos sobre los que descansa este ejercicio. De hecho, me molesta, referido a este espacio, hablar en primera persona del singular, por lo que espero sea solo parte de un proceso, apenas un puntapié inicial.
Con lo anterior estoy adelantando que no solo se aceptan consejos, iniciativas y colaboraciones, sino que son necesarios y bienvenidos.
WORK IN PROGRESS
El blog tiene un formato simple, quiero creer amigable, con unas pocas secciones y un motor de búsqueda a partir de categorías fácilmente identificables.
La sección Archivo contiene los documentos oficiales emitidos por los dos Estados desde 1898 hasta hoy. Con algo más de tiempo iría un poco más atrás para no dejar fuera las visiones que sobre Cuba y los Estados Unidos tenían, por ejemplo, Jefferson, Monroe y el poder de entonces, los anexionistas, la República en Armas y los patriotas cubanos en la Isla y en tierras del Norte.
Esta sección incluye los documentos rectores, las fuentes primarias que dan cuenta del pasado, explican el presente y nos permiten proyectar el futuro inmediato de la relación bilateral, algo que pesa, y mucho, sobre buena parte de nosotros, casi la mayoría de mis contactos. Ahí encontrarán desde el Tratado de Paris de 1898, que puso fin al estatus colonial de la Isla, hasta la Resolución aprobada hace apenas unos meses por el Congreso de los Estados Unidos en solidaridad con los cubanos que salieron a protestar el 11 de julio de 2021.
Lógicamente, este es un trabajo de selección, búsqueda y acopio que lleva tiempo, bastante esfuerzo y que exige ser actualizado todo el tiempo. Es un work in progress.
Hasta el momento hay disponibles más de 150 documentos oficiales, incluidas todas las declaraciones sobre Cuba que ha realizado el Presidente Joe Biden, el Secretario de Estado Antony Blinken y la vocera de la Casa Blanca Jen Psaki desde el 20 de enero hasta el 31 de diciembre de 2021.
Espero, poco a poco, poder incluir todos y cada uno de los documentos oficiales, resoluciones, decretos, leyes, acuerdos y memorandums emitidos por los dos países así como las declaraciones oficiales de la parte cubana.
Para los cubanos es un buen ejercicio, de utilidad práctica, acercarse a la documentación oficial de uno y otro Estado. Es muy fácil observar la gran disparidad legal e institucional entre ambos. Quizás una de las explicaciones pudiera descansar en la vocación imperial y la propensión de Estados Unidos a legislar respecto a (o sobre) otros Estados. Pero no todo se explica a partir de ahí ni todo es negativo en esa profusa y detallada tradición legislativa y documental. Ahí también está presente el orden y la voluntad de un Estado, sus instituciones y sus leyes, y no (solo) los de un individuo, partido político o iniciativa inconsulta al margen de lo previamente establecido y consensuado. La disparidad legislativa de las partes también da cuenta de las diferencias institucionales, democráticas, el peso relativo del presidencialismo, de los valores republicanos, así como es muestra del vacío y la debilidad de las visiones personalistas y autocráticas.
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Bienvenidos. Muchas gracias
(1) Discurso de Wislawa Szymborska al recoger el Premio Nobel de Literatura de 1996, https://www.ersilias.com/discurso-de-wislawa-szymborska-al-recoger-el-premio-nobel-de-literatura-de-1996/